viernes, 5 de noviembre de 2021

La música de cuando llegaba el sábado hace muchos años

Existen canciones en cada etapa de la vida. Melodías que te empujan a sentir unas sensaciones particulares y que como la vida misma van evolucionando; las canciones, las sensaciones...


Hace unas horas he vuelto a escuchar esta canción, Sultans of Swing, de los Dire Straits y por unos momentos la melodía me ha retrotraído treinta y tantos años atrás, haciendo que por unos instantes reviviese las mismas sensaciones que sentía cuando la escuchaba cuando apenas tenía 17 ó 18 años. 

Me he sentido, como entonces,   recién afeitado, cuando embadurnaba mi cara con un montón de espuma para afeitar los cuatro pelos que me salían, y después me empapaba en loción after save creando una aureola con aroma a sábado tarde, y con las hormonas en ebullición salía de casa dispuesto merendarme el mundo, aquel maravilloso mundo lleno de chicas preciosas, un mundo lleno de oportunidades, de esperanzas, de grandes aventuras por vivir y retos por superar. 

En fin... canciones de los 18 años. También es cierto que muchas ocasiones la melodía de regreso a casa era muy diferente, pero bueno, eso son cosas inherentes de la volatilidad de la edad. Bandas sonoras de nuestra biografía.

. Dire Straits. Sultans of swing

sábado, 31 de julio de 2021

En cuerpo y alma. Laura Marling. What he wrote.

 El final de las vacaciones me ha regalado un pequeño descubrimiento. Una de esas últimas noches veraniegas de insomnio, cuando ya estás echando cuentas para volver a la monotonía de madrugar, acostarte temprano, y acoplarte a una sucesión de días de trabajo, hábitos y compromisos diarios repetitivos, eres sorprendido por una pequeña joya mientras juegas con el mando a distancia del televisor.

Se trata de la película húngara "En cuerpo y alma". Cine húngaro. Desconocía que en un país tan pequeño como Hungría existían artistas con la capacidad de hacer algo tan delicado y magistral Un largometraje que te va envolviendo suavemente y como si de una orquesta filarmónica se tratase te va llevando in crescendo hasta un momento que me obligó a levantarme del sofá porque era incapaz de seguir viendo la película sentado. 

Pero compitiendo en belleza con las imágenes se encuentra su banda sonora. En especial su tema principal: "What he wrote" de Laura Marling. Una canción que en mi opinión está a la altura de las obras geniales, de esas que no necesitan de artificios, como cuando Picasso o Da Vinci con dos trazos de lápiz eran capaces de plasmar una obra maestra. Una canción donde unos acordes de guitarra, una bonita voz, y una chispa de magia que lo armoniza y modula para dar un resultado muy bello.  

No entiendo lo que dice la letra, pero no es necesario. Quizás hasta es mejor así para que ese lenguaje universal de los sonidos nos llegue más directo, sin códigos intermedios que se interpongan.

No me atrevo a recomendarla, porque en esto de la belleza el genero humano somos muy subjetivos y por lo tanto muy variados. Pero es cierto, esta película y su música me han hecho sentir sensaciones muy positivas.



domingo, 4 de julio de 2021

Literatura y pintura

 Hace un tiempo descubrí un autor literario japonés, que se llama Haruki Murakami, de quien en alguna ocasión me gustaría comentar algo aquí, pero en esta ocasión tan sólo quiero reseñar una particularidad de sus novelas; en los tres o cuatro libros que he leído de este autor siempre coloca a los personajes escuchando diferentes obras musicales. Normalmente no las conozco, y muchas veces hago una pausa en la lectura para buscarlas en internet y escucharlas imitando al protagonista de la novela.

Precisamente Murakami me ha mostrado los múltiples vínculos y conexiones que unen las diferentes artes. Todo se complementa y como los edificios de una antigua plaza, se sostienen unos con otros. En algunos casos esos vínculos son tan fuertes que de forma individual ya no puedo concebirlos. 


Pero no sólo se puede combinar literatura y música. Quiero citar un caso donde, desde mi subjetividad, veo una clara vinculación entre la literatura y el arte pictórico. 

Hace más de 30 años leí una obra magistral Juegos de la edad tardía de Luis Landero, publicada en 1989. En la trama de esta novela el protagonista recrea una cafetería de Madrid, un café donde acuden los artistas a tertulias, y el gran salón repleto de mesas está presidido por un cuadro de un faro. Ese faro no era un simple elemento decorativo, era un personaje más de la tertulia, quizás el  principal. Por supuesto que no pude evitar imaginar esa pintura, pero el autor no daba demasiadas pistas. 

Unos años más tarde, estudiando Geografía e Historia, tuve que cursar varios años asignaturas de arte y ahí descubrí a uno de los pintores que más admiro, Edward Hopper, de quien no me canso nunca de contemplar sus obras.  Y entre ellas descubrí La colina del faro, pintado en 1927, y no dude en un instante, este era el cuadro que colgaba de la pared en el Café de los Ensayistas que aparece en Juegos de la edad tardía.  ¿Conocería ya Luís Landero este cuadro cuando describía la escena? ¿Pensaría Hopper cuando pintaba este cuadro que unos decenios después podría decorar la pared de una tertulia literaria en una novela española? La primera sería muy difícil, la segunda casi imposible. Pero en cualquier caso parecen hechos para combinarse.

¿Ahora debería preguntarme que música acompaña a esta historia? Lo he hecho, pero todavía no la he encontrado, quizás todavía no se ha compuesto. O existe y la he escuchado pero yo no la he sentido así, porque si el arte es subjetivo el combinar dos artes eleva esa subjetividad exponencialmente.


sábado, 19 de junio de 2021

Los ingratos


Hoy he terminado la lectura del libro Los ingratos, de Pedro Simón, premio Primavera de Novela de Espasa. Llegué a este libro atraído por el galardón que había obtenido. A pesar de ello el título me producía cierto rechazo. Hace un año había leído Los asquerosos, de Santiago Lorenzo, que me había parecido un libro genial y había obtenido bastante éxito en España, y quizás pensaba que la utilización de un título similar, con el mismo artículo, acompañado por otro adjetivo similar, podía tratarse de una imitación para aprovechar el buen regusto de esa obra.

Me equivocaba. Este libro tiene entidad suficiente para no tener que intentar imitar otras historias. 

¿De qué va este libro?  Las vivencias de un niño que vive en un pueblo y posteriormente se trasladará a la capital, pero bueno, ese resumen de contraportada se repite en mil web que se pueden ver en internet. Si tuviera que decirlo en una sola palabra, diría, que trata de la soledad, pero no te das cuenta hasta casi el final del mismo.

Se trata de un libro corto, unas 146 páginas, que a los que como yo ya superamos los 50, nos traslada a la España rural de nuestra infancia. Se agradece la excelente estructura y redacción que facilita una lectura cómoda y ágil, y justo cuando empiezas a preguntarte de qué va esto, se desata la trepidante acción, que en este caso son sobre todo emociones y sentimientos.

Como decía al comienzo, hoy sábado lo he terminado. Un día que no tengo obligación de madrugar pero que la fuerza de la costumbre me hace que abra los ojos al amanecer. En vez de levantarme he cogido el libro del que apenas me quedaban unas cuarenta páginas, y en el silencio de mi habitación, en una silenciosa madrugada de un sábado lo he terminado con los ojos humedecidos.

He dicho que el libro me trasladaba a mi infancia, allá por mediados de los 70, y los 80 que le sucedieron, pero también nos traslada a otro espacio más íntimo y personal. A las palabras que dejamos de decir, a las visitas que no realizamos o que dejamos para más adelante y al final se nos hizo tarde.

En definitiva creo que es un buen libro y que cuenta una historia que merece la penar ser contada.

sábado, 20 de febrero de 2021

LA GRAN DIVERGENCIA

 


Muchos nos podemos preguntar a que se debe esa divergencia en la evolución del progreso y desarrollo entre diferentes territorios. 

Existen países y regiones con un potencial enorme;  demográfico, riqueza en materias primas y con culturas milenarias se han quedado anclados y no han podido o no han sabido evolucionar proporcionando mayor riqueza y bienestar a sus habitantes.

¿Cuál es la clave del desarrollo? ¿Por qué dos supuestos territorios que parten de unos recursos similares alcanzan un desarrollo muy diferentes?

Es evidente que puede haber ocasiones que una presión exterior pueda empujar o frenar ese crecimiento, pero sin duda que al final son factores endógenos los que prevalecen para favorecer o entorpecer ese desarrollo y por supuesto que no creo que sea como defienden algunos grupos supremacistas cuestión de la raza o tonalidad de la piel.

Este tema es debatido por muchos historiadores, filósofos o juristas, pero todo apunta a que es la seguridad y garantías  jurídicas el factor principal que facilita el desarrollo. Muchos estados occidentales fueron capaces de desarrollar y respetar un ordenamiento jurídico que garantizaba una serie de derechos que permitía el esfuerzo y el crecimiento. Creó un clima de seguridad donde esas sociedades han tenido más fácil progresar.

Es obvio que en un lugar donde impunemente te pueden arrebatar lo que tienes, no resulta el mejor aliciente para animarte a crear empresas ni construir nada. Necesitamos de unas leyes, aunque no sean perfectas, pero sobre todo es esencial no tener que depender del criterio, las simpatías o el humor del poder o el poderoso para poder emprender cualquier acción. Nadie lo duda. Todos, o casi todos, aceptan que es bueno someterse a la ley para hacer un pozo, tener carnet de conducir, o comprar un almacén, aunque en ocasiones la burocracia nos parezca insufrible, pero sería infinitamente peor tener que depender del humor del cargo o el gobernante de turno.  Lo que algunos sectores no ven tan claro es que la seguridad y garantías jurídicas van más alla. Cuando un país se pasa por el "forro" las leyes y normativas y ocupan los cargos públicos personas por su "enchufe" y no respetando los principios de igualdad, merito, capacidad y publicidad, también se está quebrantando la seguridad jurídica.

Cuando un joven talento español tiene que estar opositando para cartero o marchar al extranjero mientras las universidades están repletas de cargos a "dedo" no sólo se quebrantan los derechos de ese joven. Nos están perjudicando a todos.

Esto no sólo priva a una sociedad de tener a los más adecuados en cada puesto, además contribuye a desmotivar a la propia sociedad, a  quebrantar y establecer otros medios para alcanzar las metas, ajenos a la formación y el esfuerzo. En resumen, un país donde vale más un enchufe que la preparación y capacidad, está condenado a ser un país de segunda fila.


Para ser un país de primera no es necesario trabajar más por menos dinero. Me temo que no seremos un país de primera fila hasta que no comprendamos que arrebatar una propiedad impunemente, un funcionario que ocupa su puesto por enchufe, o una concesión pública amañada, nos hace a todos más pobres y más subdesarrollados.