sábado, 26 de diciembre de 2020

THE AMERICANS

 

Hace tiempo que no escribo en este blog sobre cine o televisión. Ayer terminé de ver una serie que sin duda merece que haga alguna referencia sobre ella. The Americans, es una serie que me ha sorprendido muy gratamente y que me atrevo a recomendar con la casi certeza de que no defraudará a nadie. 

Perfectamente ambientada en los ochenta,  últimos años de la Guerra Fría, me ha enseñado a entender mejor la época en la que viví mi infancia y primera juventud. Como en toda guerra hay actos de crueldad y de generosidad, gestos de nobleza y villanía por igual. Me sorprende que en aquella época muchos de nosotros éramos testigos directos de este conflicto sin apenas darnos cuenta.  Una etapa de espionaje y contraespionaje, pero sin olvidar que estos espías también eran padres, hijos, esposos, amigos o amantes de forma simultanea, que vivían, crecían y evolucionaban con cada día que pasaba.


Los personajes, geniales, pero no sólo la seductora pareja protagonista, hay secundarios con gigantes interpretaciones. La fotografía, la música, cada detalle parece difícilmente mejorable.  Mantiene la emoción y el interés hasta el último segundo,  durante todas y cada una de sus escenas sin desmoronarse en ningún momento, para finalizar con un silencio apoteósico.

Es una serie no solo te entretiene,  he aprendido, he sentido.


martes, 27 de octubre de 2020

Otoño

Seguramente es cursi escribir sobre el otoño, con la que está cayendo y un pánfilo como yo sale al campo, ve las hojas de colores y se olvida de todo. 

Puede ser, hay cosas más importantes,  pero a pesar de ello, el otoño sigue llegando con todo su encanto como todos los años, para el deleite de todo aquel que quiera disfrutarlo . Quizás algunas personas, que como yo también me aproximo al otoño de mi vida, cada vez sentimos más conexión con esta estación.

No soy capaz de describir la armonía de los paisajes otoñales. Las imagines hablan por si solas, y mejor que cualquier imagen que yo pueda poner, es asomarse a la ventana y contemplarlo, y aún mejor darse una caminata por el campo y sentirlo. 

Y no sólo los colores, el otoño tiene un sonido particular, como cada estación, pero el otoño es especialmente sutil, no necesita hacer mucho ruído para ser escuchado.

La naturaleza en otoño,  aunque ha perdido el ímpetu de la primavera y el exceso del verano,  llega a su cenit con una elegante serenidad,  como una mujer madura, que aunque el tiempo se le llevo juventud la compensó con creces con estilo y distinción. 

sábado, 24 de octubre de 2020

Contagios Covid

 Posiblemente cualquier persona que en España lea la prensa o vea los diferentes informativos, y decida darle una mínima credibilidad, de forma obligada llegará a la conclusión que los contagios de covid se producen mayoritariamente en la intimidad del hogar. Si, no puede ser de otra forma cuando estoy cansado de leer y escuchar que es prácticamente imposible contagiarse cuando uno asiste a una actividad cultural, al cine o al teatro. Que decir si sales a cenar a un restaurante o pasar un fin de semana en un hotelito, por activa y por pasiva nos recuerdan que esos locales son los espacios más seguros; no menos lo son los centros educativos y por supuesto, si exceptuamos los servicios sanitarios y de urgencias en los primeros momentos de la epidemia, es muy difícil escuchar que alguien se contagia trabajando. 

En resumen, visto lo visto, no entiendo como esos comités científicos no ordenan que la gente huya de sus hogares y no entre en ellos durante un largo periodo con el fin de terminar ya con esta maldita epidemia.

Sin ironía. Estoy harto de tantos intentos de manipulación, de medidas y declaraciones, que persiguen más dañar al adversario político, o solucionar problemas económicos, que de verdad acabar con la enfermedad.  Si de verdad se quiere la colaboración y el compromiso de todos es imprescindible más honestidad y sinceridad. Si hay que decir que no existen recursos para tantas pruebas, o que hay que sacrificar varios cientos de vidas para salvar los puestos de trabajo en el sector turístico, se debe saber, al menos los ciudadanos tendrán oportunidad de asumir la responsabilidad sobre su protección y las de sus familias. 

Nunca confié demasiado en la honestidad y eficacia de los diferentes gobiernos, pero esta pandemia me ha enseñado que puede ser nefasto para nuestra salud  depositar una confianza plena en el estado.


jueves, 15 de octubre de 2020

Impuestos más justos

 En las sociedades occidentales está plenamente consolidado y aceptado un sistema de contribución impositiva proporcional a los ingresos que cada ciudadano tiene. Es decir, supuestamente, pagan más impuestos los que más ganan. 

Es una medida que parece lógica en una sociedad cohesionada y solidaria. Pero en una sociedad de esas mismas características vería igual de lógico que contribuyeran más los que más perjuicios, daños y trastornos generan. 

Los ejemplos que vemos estos días en las noticias ilustran a la perfección esta situación. Ciudadanos que viven alegremente, saltándose las normas, como pueden ser desde contaminar más, no seguir las recomendaciones sanitarias para evitar la propagación del covid, o saltarse las normas de circulación entorpeciendo el tráfico o poniendo en peligro a otros y otras muchas actitudes que padecemos cada día, pero luego son los primeros en aprovecharse de cualquier ventaja que ofrezca la sociedad.


A veces reivindicando con obstinación su libertad individual por encima del compromiso con sus vecinos. 

Sin entrar en el debate de que derecho debe prevalecer más, si la libertad individual de actuar o el respeto y compromiso con la sociedad donde vive, si parece lógico que quien menos daños ocasione, menos impuestos pague; quien más daños ocasiona, contribuya con más impuestos para su reparación. 

En injusto que dos familias con los mismos ingresos, una de ellas viva amargándoles la vida a sus vecinos, destrozando parques y mobiliario público, abusando de los servicios médicos o sociales, provocando cada dos por tres altercados o problemas y otra con una actitud contraria que ni siquiera tire un papel a la calle y paguen los mismos impuestos. Por ello creo que sería justo tener articulado un sistema que, al igual que con los ingresos, evaluara las faltas y te hiciera subir o bajar en las tasas impositivas. 


domingo, 19 de julio de 2020

¿Unión Europea?


Contemplo apesadumbrado los mensajes y críticas que se dirigen los líderes europeos respecto al establecimiento y funcionamiento de un plan de recuperación económica para superar la crisis que provoca la pandemia del covid.

Los estados del sur pidiendo solidaridad, los del norte imponiendo una serie de exigencias. Se repiten las reuniones de los líderes de la Unión Europea, mientras las cabeceras de los periódicos de cada estado cuestionan los planteamientos y tesis de los otros estados como si de adversarios se tratara.
Algo esta fallando. No voy a defender las tesis de ningún estado. Desconozco si los planteamientos de España, Italia o Portugal son mejores o más justos que los de Holanda, Suecia o Austria. Creo que antes de discernir esa cuestión sería necesario tener claro algunos aspectos fundamentales.
Primero decidir si queremos seguir siendo la Unión Europea o por el contrario debemos quedarnos simplemente en Comunidad Europea. No sólo es una cuestión lingüística. Es importante conocer lo que somos, un gran estado u organismo con diferentes nacionalidades o por el contrario si seguimos siendo un montón de nacionalidades con algunas cosas en común, que nos echamos una mano de vez en cuando.
Si de verdad somos una Unión no es necesario hablar tanto sobre el exceso o el defecto de solidaridad. Si tenemos una herida abierta en la mano, no acuden plaquetas del resto del organismo por solidaridad. Acuden porque hay una herida que afecta al cuerpo y si esa herida no se cura puede extenderse por el resto  del cuerpo.
La Unión Europea debe decidir si quiere funcionar como una unión, como un  organismo o por el contrario prefiere funcionar como una comunidad de vecinos, que se conocen bien y se guardan abundantes recelos

domingo, 5 de julio de 2020

Racismo


Sábete Sancho que no es un hombre más que otro si no hace más que otro (Miguel de Cervantes)Escucho en las noticias que en algunos países americanos están atacando monumentos dedicados a Miguel de Cervantes.Algunos, con atrevida insolencia e ignorancia,  400 años después se atreven a juzgar a Miguel de Cervantes como racista, sin apenas saber nada de su vida, de sus circunstancias ni del mundo donde le toco vivir. Tan sólo saben que era blanco y español y eso parece suficiente para juzgarlo y condenarlo.

Cervantes, escribió y difundió pensamientos como los que se ven el las frases de las imágenes. Revolucionarios para una época donde la esclavitud era practicada, generalmente aceptada y todas las sociedades del mundo conocido estaban estrictamente jerarquizadas. Por sus escritos sabemos que Cervantes padeció esas divisiones sociales y que no compartía esos valores. Incluso Cervantes fue preso y temió ser vendido como esclavo. Si, porque no sólo existían esclavos negros,  aunque de menor importancia que el tráfico de esclavos del corazón de África, existía desde la edad media hasta bien entrado al siglo XIX,  un riesgo para cualquier europeo o viajero que rondara el Mediterráneo que podía ser apresado por piratas y ser trasladado a un mercado del norte de África para ser vendido como esclavo
Racismo es creer que alguien por ser oscuro de piel es inferior y sus derechos menores, pero igual de racista es creer que por ser claro de piel implica ser peor persona. El color de la piel o la nacionalidad ni condiciona ni garantiza ser superior o inferior. Cervantes hace 400 años ya lo sabía. Hoy hay muchos que todavía no lo tienen asimilado. 

miércoles, 10 de junio de 2020

La civilización

Llevo casi toda mi vida estudiando historia. Dicen que la historia es maestra de la vida, historia magistra vitae, aunque yo no me atrevo a confirmarlo, tampoco a desmentirlo. Realmente no lo sé. Imagino que deberé seguir estudiando y quizás algún día pueda dar una respuesta razonada.
De momento ahí sigo, leo y a veces discuto con mis dudas y lagunas. La verdad que no avanzo mucho, pero la opción de quedarme parado esperando que el conocimiento recaiga sobre mí como un regalo divino tampoco termina de convencerme.
En cualquier caso, sea la historia maestra o no, lo que si podemos afirmar es que es real. Que millones de seres humanos han estado antes que nosotros y han actuado y reaccionado ante los acontecimientos que les ha tocado vivir.
Imagen relacionadaDurante el 99% de la historia de los seres humanos, se podría decir que poca cosa hicimos, procrear y sobrevivir, que a decir verdad tampoco es poco.
No sé si esto de la trascendencia, el crecimiento personal, el reconocimiento, el éxito,  y otras tantas milongas que ahora nos resultan de vital importancia, si un hombre del paleolítico lo hubiese cambiado por un par de pollos. Yo creo que si. Dos pollos te garantizan un aporte proteico para sobrevivir unos cuantos días. Pollos del paleolítico... casi nada.
En fin, hace 8 ó 10000 años llegó a desarrollarse lo que conocemos como neolítico, y comenzó ese 1% más reciente de nuestra historia. Lo que llamamos civilización. Empezaron a aumentar las enfermedades, epidemias, etc. Hay algunos detalles que nos pueden hacer pensar en como ha funcionado esto de la civilización. La jornada laboral de 8 horas, que fue lograda hace unas décadas, supone multiplicar por tres o cuatro el tiempo de trabajo que dedicaba el hombre de Altamira para satisfacer sus necesidades. La talla media de los hombres adultos disminuyó unos 15 centímetros y hasta hace unos lustros no se alcanzó de nuevo la envergadura del hombre del final del paleolítico.
Definitivamente, después de llevar este rato pensando y escribiendo, sigo sin tener nada claro.

jueves, 2 de abril de 2020

La historia se repite



La OMS avala el hospital de campaña de Sant Andreu de la BarcaLa dos imágenes que vemos distan 102 años, una de ellas pertenece a un improvisado hospital de emergencia en la gripe de 1918 y la otra es la misma respuesta para la pandemia de 2020 de coronavirus.
Las similitudes entre las dos pandemias son terroríficamente coincidentes; sanitarias, sociales, económicas, políticas, etc. aunque también existen algunas diferencias, lo que más me preocupa es ver que la de 1918 cuando afectaba a una ciudad o región en poco más de un mes decaía, mientras que la que padecemos en la actualidad parece que nos constará bastante más en superarla. Desconozco el motivo, puedo pensar que independientemente de que el covid 19 pueda tener una tasa de contagio mayor que aquel virus de gripe, también puede influir que una sociedad más atrasada, con menos medios de protección era invadida más rápidamente, arrasando a la población de forma fulminante y rápida, quedando los supervivientes inmunizados en poco tiempo. Otra diferencia importante puede ser el sector de la población más afectado, si la de 1918 era especialmente virulenta con los adultos jóvenes, la actual lo es con los más ancianos.
La superación de la gripe de 1918 propició el desarrollo de la red de saneamiento en las ciudades, el desarrollo de la sanidad  pública y la seguridad social, incluso influyo en el desarrollo de una arquitectura más saludable, con viviendas más luminosas y ventiladas y otros progresos higiénicos, como el uso generalizado de la lejía o avances técnicos y sanitarios. La crisis del coronavirus no sé que cambios más visibles propiciará, pero es evidente que ya nada será como antes.
Tristemente parecemos condenados a padecer la repetición de los episodios más trágicos de la historia. Quizás el ser conscientes de estas circunstancia nos debería hacer actuar de forma preventiva para intentar evitar, si es posible, esas repeticiones o en su defecto minimizar sus efectos. Y no sólo nuestra historia está repleta de epidemias, también nos muestra cíclicas crisis económicas, catástrofes, guerras y otros conflictos sociales de los que deberíamos intentar sacar alguna enseñanza que nos permita eludirlos o reducirlos en el futuro.

miércoles, 29 de enero de 2020

Buenas historias en unos segundos

vodafone
Hay anuncios geniales, verdaderas obrasde arte condensado en un puñado de segundos. Estas navidades, creo que todos los que vemos la tele, hemos tenido la suerte de poder disfrutar una de esas historias geniales vista en un anuncio. Si el arte es sentir, este tiene mucho de eso.
 Una buena historia, una música con magia y unos actores tan buenos que sigo creyendo que no son unos actores interpretando, simplemente unos seres humanos que nos muestran una faceta de su vida. El señor anciano, el abuelo, estoy convencido que es un anciano rural de verdad, porque me parece imposible tener esas manos, o manejar así las herramientas cuando no se ha estado trabajando en el campo durante décadas.
Han pasado las navidades y lo han quitado de programaciones de tv, pero yo lo guardo aquí.







jueves, 2 de enero de 2020

Dispositivo antisequía en plantaciones


Tengo una pequeña parcela en  el término de Calatayud, en el paraje conocido como Ribota. Se trata de un terreno de unos 5.000 m. es decir  si fuera en el Oeste Americano lo que equivale a un acre y por sus similitudes con aquellas tierras es una denominación que bromeando a veces utilizo. Se encuentra entre el margen del pequeño río Ribota y el pie de la sierra de Armantes, aunque la presencia próxima del río no la convierte en una finca de regadío, más bien lo contrario, es una finca serrana que el agua la ve muy lejos y tradicionalmente se ha cultivado de cereal, vid o almendro.
A una altitud de unos 600 msnm., sus coordenadas aproximadas son 41º N, 1º O,  en la sombra pluviométrica del Sistema Ibérico y una de las zonas de la península Ibérica con menor influencia marítima, lo que le confiere al clima mediterráneo de la zona un sesgo muy continentalizado, radicalizando sus valores extremos y por ello endureciendo las condiciones para el desarrollo de las actividades agrarias, una características que de forma aún más agudizadas podríamos ver en los estados del medio oeste americano como Colorado o Nebraska.  Pero no se quedan solo en eso las similitudes entre los dos territorios, la edafología y la morfología de ambos lugares, con las arcillas y sus peculiares forma de erosión, pueden confundirnos de continente si no prestásemos mucha atención.
Bueno, toda esta amplia introducción, solo pretendía hacer comprender que el ser humano se ha visto en la necesidad de agudizar su ingenio para que con los escasos recursos y unas condiciones tan duras, poder facilitar el desarrollo de la agricultura o la ganadería.
Yo, labrador novel aficionado, imagino que al igual que cientos de labradores que me han precedido, he visto como esas arcillas al llegar agosto se resecaban y metafóricamente se convertía en una masa pétrea que estrangulaban el sistema radicular de los árboles jóvenes plantados. Y como bien dicen, la ignorancia es atrevida, me he atrevido a realizar algunos ingenios que pretenden subsanar las difíciles condiciones del terreno y el clima.
En fin, rechazando de mi mente dos máximas de mis paisanos, “lo bueno si breve, dos veces buenos” de Gracián y “tener la humildad de terminar” de Marcial, esta introducción se ha prolongado más de lo que hubiese deseado. Si has leído hasta aquí, debo felicitarte, evidencias una buena dosis de paciencia o en su defecto debería darte las gracias porque ya solo quedaría que una buena dosis de amistad o afecto te haya hecho leer toda esta parrafada. Seguramente reúnes ambas condiciones, felicidades y gracias por tu amistad.  Ahora vamos al meollo del asunto y describir mi sencillo y espero que eficaz ingenio.

DISPOSITIVO ANTISEQUIA PARA PLANTACIONES
Mis primeros dispositivos antisequía fueron los que encontré en internet del tipo de capilaridad de un depósito en la superficie, o por evaporación y condensación con la campana de plástico con dos botellas.  Ambos al estar en la superficie corren siempre el riesgo de ser volcados por un animal salvaje, el viento, etc. Además un porcentaje de sus reservas de agua van al aire circundante y no a la tierra que es de lo que se trata.
Mi sistema consiste en colocar un depósito que suponga una reserva de agua en el subsuelo y que por capilaridad humedece la tierra circundante.
El sistema y como se puede ver en el esquema es el siguiente:
  1.      Se realiza el hoyo para la plantación  un poco más profundo. Sumaremos a la profundidad habitual la altura de una lata que usaremos como depósito
  2.        Depositamos una lata metálica con su parte superior abierta, (cualquier lata de conserva de deshecho) en posición vertical sobre el fondo, rellenándola de tierra y agua.
  3.       Rellenamos el resto del hoyo con tierra, cubriendo ligeramente la parte superior de nuestra lata/depósito.
  4.        Procedemos a plantar nuestro árbol o planta de forma habitual, de forma que el cepellón de la planta queda ligeramente por encima del depósito.

La nueva planta irá desarrollando su sistema radicular encontrando algunas raíces la humedad procedente de la lata. De igual forma  una lluvia intensa o el riego abundante de la planta permitirá el relleno o acumulación de agua en la lata, prolongando el tiempo que se mantendrá una porción del subsuelo húmedo.
Con el desarrollo de la planta y el paso del tiempo, la lata que ha servido de depósito se irá descomponiendo a la vez que la planta alcanza
el desarrollo suficiente para soportar periodos más largos de sequía.
Este sistema que estoy empezando a probar, creo que reúne varias ventajas respecto a otros utilizados; es más seguro, pues al estar enterrado es más difícil que agentes externos lo estropeen y reduce las pérdidas por evotranspiración. También es más respetuoso con el medio natural, ni se ve y su material, en unos años,  se irá degradando y descomponiendo en el subsuelo para llegar a metabolizarse y enriquecer ese mismo subsuelo.