Hace tiempo que no escribo en este blog sobre cine o televisión. Ayer terminé de ver una serie que sin duda merece que haga alguna referencia sobre ella. The Americans, es una serie que me ha sorprendido muy gratamente y que me atrevo a recomendar con la casi certeza de que no defraudará a nadie.
Perfectamente ambientada en los ochenta, últimos años de la Guerra Fría, me ha enseñado a entender mejor la época en la que viví mi infancia y primera juventud. Como en toda guerra hay actos de crueldad y de generosidad, gestos de nobleza y villanía por igual. Me sorprende que en aquella época muchos de nosotros éramos testigos directos de este conflicto sin apenas darnos cuenta. Una etapa de espionaje y contraespionaje, pero sin olvidar que estos espías también eran padres, hijos, esposos, amigos o amantes de forma simultanea, que vivían, crecían y evolucionaban con cada día que pasaba.
Los personajes, geniales, pero no sólo la seductora pareja protagonista, hay secundarios con gigantes interpretaciones. La fotografía, la música, cada detalle parece difícilmente mejorable. Mantiene la emoción y el interés hasta el último segundo, durante todas y cada una de sus escenas sin desmoronarse en ningún momento, para finalizar con un silencio apoteósico.
Es una serie no solo te entretiene, he aprendido, he sentido.