jueves, 2 de abril de 2020

La historia se repite



La OMS avala el hospital de campaña de Sant Andreu de la BarcaLa dos imágenes que vemos distan 102 años, una de ellas pertenece a un improvisado hospital de emergencia en la gripe de 1918 y la otra es la misma respuesta para la pandemia de 2020 de coronavirus.
Las similitudes entre las dos pandemias son terroríficamente coincidentes; sanitarias, sociales, económicas, políticas, etc. aunque también existen algunas diferencias, lo que más me preocupa es ver que la de 1918 cuando afectaba a una ciudad o región en poco más de un mes decaía, mientras que la que padecemos en la actualidad parece que nos constará bastante más en superarla. Desconozco el motivo, puedo pensar que independientemente de que el covid 19 pueda tener una tasa de contagio mayor que aquel virus de gripe, también puede influir que una sociedad más atrasada, con menos medios de protección era invadida más rápidamente, arrasando a la población de forma fulminante y rápida, quedando los supervivientes inmunizados en poco tiempo. Otra diferencia importante puede ser el sector de la población más afectado, si la de 1918 era especialmente virulenta con los adultos jóvenes, la actual lo es con los más ancianos.
La superación de la gripe de 1918 propició el desarrollo de la red de saneamiento en las ciudades, el desarrollo de la sanidad  pública y la seguridad social, incluso influyo en el desarrollo de una arquitectura más saludable, con viviendas más luminosas y ventiladas y otros progresos higiénicos, como el uso generalizado de la lejía o avances técnicos y sanitarios. La crisis del coronavirus no sé que cambios más visibles propiciará, pero es evidente que ya nada será como antes.
Tristemente parecemos condenados a padecer la repetición de los episodios más trágicos de la historia. Quizás el ser conscientes de estas circunstancia nos debería hacer actuar de forma preventiva para intentar evitar, si es posible, esas repeticiones o en su defecto minimizar sus efectos. Y no sólo nuestra historia está repleta de epidemias, también nos muestra cíclicas crisis económicas, catástrofes, guerras y otros conflictos sociales de los que deberíamos intentar sacar alguna enseñanza que nos permita eludirlos o reducirlos en el futuro.