Hoy quiero hacer una breve reseña sobre una película que he
visto en la tele. Una noche de esas
apáticas que vas cambiando de canal esperando a que el sueño te obligue ir a
la cama, y cuando ya decides apagar el
televisor, ves el comienzo de una película, con unas imágenes sugerentes y una
música agradable que te retienen en el sofá. Decidí ver un poco y finalmente la cama tuvo que esperar dos horas más.
El título de la película es Lejos de los hombres, ambientada en el interior
de Argelia en 1954, en plenas revueltas que le llevaron a la independencia de
Francia.
Toda la historia se desarrolla en un paisaje sobrio, de una elegante belleza austera y
equilibrada, aportando la serenidad quebrantada a unos años convulsos y
confusos. Las estribaciones del Atlas argelino, donde poco a poco las montañas
se diluyen en el desierto. Geografía en estado puro, física y humana. La sobriedad y el estoicismo de los dos personajes
principales compiten con la del paisaje
acumulando escenas de una belleza cautivadora.