A gran parte de los hombres y mujeres de mi generación, una imagen como esta, una caja de botones variados, nos resulta una imagen agradable. No sé exactamente los motivos, pero imagino que nos recuerda a nuestra infancia, cuando en nuestras casas se aprovechaba todo, los objetos se reparaban y nada se despreciaba. Era otra época. Había pocas cosas que se regalasen, el famoso estado del bienestar era algo lejano, quizás conocido en el norte de Europa, pero la España de entonces venía la autarquía, del aprovechar todo, del ser autosuficientes.
Los tiempos cambian y sin duda estamos en mejor época, aunque posiblemente debamos replantearnos lo de usar y tirar. Creo que no debemos olvidar el valor de los objetos, porque a fuerza de infravalorar las pequeñas cosas podemos terminar sin valorar nada. Quizás, metafóricamente, tengamos que volver a recordar que hasta un botón tiene su valor.